sábado, 29 de marzo de 2014

7 principios de Asesored, ¿unos consultores locos?

Hace unas semanas, tuvimos que ir a visitar a un Cliente potencial que estaba interesado en uno de nuestros servicios, los servicios de asesored. Concretamente quería que le ayudáramos en la integración en su sistema de gestión de la Responsabilidad Social de Empresa (RSE).

Par ir a su oficina, cercana a la calle Capitán Haya, fuimos en metro usando la línea 7 con transbordo en Gregorio Marañón donde enlazamos con la línea 10. Hasta aquí todo muy normalito.

A la ida íbamos pendientes de la estrategia a emplear en la entrevista, de los escasos requisitos que habíamos recibido por parte del Cliente en un breve briefing telefónico, de los aspectos a resaltar, de lo que habíamos descubierto en la investigación previa sobre el Cliente (google hacking), etc. Pero a la vuelta, que ya no llevábamos prisa ni nervios, reparamos en las palabras del doctor D. Gregorio Marañón que decoran la estación de mismo nombre y de repente, como si se tratara de un flash, se impresionaban en nuestras cabezas.

Se impresionaban, porque aunque siendo tan distinta nuestra actividad y rama profesional, recogían los valores y los principios que de una manera u otra han estado presentes en nuestra forma de hacer las cosas; nuestra divina ilusión por el amor al trabajo bien hecho y comprometido.

A continuación os detallamos los 7 principios planteados por tan ilustre profesional, adaptados a lo que nosotros somos y te ofrecemos, la consultoría a las PYMES en la gestión empresarial de cada día, que los disfrutéis



Gregorio Marañon junto al busto de Ramon y Cajal
1- Generosidad absoluta

Ser, en verdad, un gran profesional es el amor invariable al que asesora y la generosidad en la prestación del servicio, que han de brotar en cada minuto sin esfuerzo, naturalmente, como el agua del manantial.

Con la idea clavada en el corazón de que trabajamos con medios imperfectos y con recursos limitados, pero con la conciencia cierta de que hasta donde no puede llegar el saber, llega siempre el amor.


2- Cultivar y preservar los principios morales

Sabiendo que estos, siempre serán el motor de nuestra actividad profesional.
Y admitiendo que en mayor o menos medida, siempre se hallaran cuestionados o amenazados desde la propia realidad social.

Si ser asesor es entregar la vida a la misión elegida.
Si ser asesor es no cansarse nunca de estudiar y tener todos los días la humildad de aprender la nueva lección de cada día.
Si ser asesor es hacer de la ambición nobleza; del interés, generosidad, del tiempo destiempo; y de la ciencia servicio a la PYME que es hombre.
Si ser asesor es amor, infinito amor, a nuestros grupos de interés.
Entonces ser asesor es la divina ilusión de que las debilidades sean fortalezas y las amenazas oportunidades.


3- Defender siempre la Dignidad humana

Reconociendo que es intrínseca al ser humano y no depende de las circunstancias, cualesquiera que estas sean: edad, salud, sexo, religión, color de piel, hallarse dentro o fuera de su país.

Esto conlleva no perder el sentido critico ante situaciones injustas, y luchar en lo posible y en "lo imposible" contra medidas aberrantes o presiones del poder establecido que atenten contra la dignidad humana y/o contra la vida.

No existen fronteras para el asesor, su pasaporte es universal, carece de caducidad y tiene una sola nacionalidad su vocación de servicio.


4- Vivir el compañerismo

Gregorio Marañon y Fleming
Compañerismo lo podríamos definir como el fraternal sentimiento de amistad que surge espontáneo, hacia quien comparte el mismo camino y destino: la Dignidad humana, y hacia quien sostiene el mismo peso: el de la responsabilidad.

Hablar mal de otro asesor es, por muchas razones que tengamos para ello, hablar mal de la profesión, y por lo tanto, hablar mal de nosotros mismos.

La asesoría vive de su indudable eficacia, cada día mayor; pero vive también y actúa beneficiosamente gracias a su prestigio, al mito de su eficacia y a la incansable y creativa búsqueda de la eficiencia, que es parte del honor profesional.

Cuidar ese prestigio es obligación primordial de los asesores, sin mas limitaciones que las que impone la salud de la PYME y la propia conciencia.

Desautorizar la actuación de un colega puede convenir a la vanidad o al interés inmediatamente del que critica; pero pronto la piedra, de rebote, caerá sobre su propia cabeza y sobre la cabeza de la profesión.


5- Cultivar y estimular el entusiasmo

Alguien dijo que el entusiasmo es la hormona del alma, y por ello el signo de salud espiritual. Hay que admitir que no es fácil preservarlo en estos tiempos de desencuentro, en los que el trabajo en España esta gestionado bajo criterios cortoplacistas por el poder político, degradando y pervirtiendo a menudo el trabajo digno y valorado (retribuido).

Aunque siempre existe un espacio inviolable e inaccesible en la relación PYME-asesor, que nos permite desarrollar y hacer fecunda la acción propiamente profesional y humana.

El entusiasmo también se manifiesta a través del estudio y actualización del conocimiento pues cualquier profesión crece mas deprisa que nosotros mismos.

El asesor escéptico, por lo tanto esta casi inerme en la lucha contra los problemas.


6- Vivir y transmitir el humanismo profesional

Todos los trabajos suponen cuotas de poder social, y el asesor sin duda, lo posee en mayor grado.

Administrar ese poder con responsabilidad es tarea de todos, recordando siempre que es un poder "prestado", y que hay que devolverlo -a veces a precio de usura- en forma de servicio y generosidad, evitando los abusos o "borracheras de poder" .

Por ello se debe procurar siempre el trato humano.

Todos los asesores sabemos, y son múltiples los casos que lo corroboran, que la esperanza también es curativa, y por ello cerrar puertas, aun cuando parezca "objetivamente" (nunca lo es) que no hay horizonte, es tal vez una forma de cortar y acortar esperanzas de repunte.

Debemos declarar heroicamente que el asesor no solo puede, sino que a veces, debe mentir. Y no solo por caridad, sino con el más riguroso criterio científico.

Mucho tiempo antes del auge de la medicina psicosomática ya se sabía que una piadosa e inteligente inexactitud deliberadamente imbuida en la mente del que nos plantea un problema puede beneficiarle mas que todas las drogas de la farmacopea.

Ahora repito lo que se ha dicho otras veces: que estos asesores que atropellan la infinita sensibilidad de una PYME y de sus grupos de interés con tal de no equivocarse, con tal de que no padezca su reputación, son lo peor de la profesión nuestra; mas nocivos que los asesores distraídos y que los ignorantes.


7- Cultivar otras actividades creativas extraprofesionales

Ya dice el refrán que "Quien sólo sabe de [especificar profesión], ni de [profesión] sabe" .

Y es que, la propia naturaleza del trabajo del profesional conlleva a estar en contacto con otras disciplinas de gestión, lo que tal vez le impulsa hacia actividades artísticas (pintura y tapas) como reacción compensadora y saludable.

Vivir no es solo existir, sino existir y crear; saber, gozar y sufrir, y no dormir sin soñar; [...] descansar es empezar a morir. Todo pasa menos la verdad y la belleza, pero la verdad no es de este mundo, la belleza si". (Dr. D. Gregorio Marañón)


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asesoría integral de empresas y PYMES


Fuente: http://humanismomedico.blogspot.com.es/

2 comentarios:

  1. Me ha sorprendido muy positivamente este post sobre los 7 principios de Asesored. Es muy importante transmitir y comunicar este tipo de ideas porque son las que realmente valen. Enhorabuena y espero que estos principios os lleven a buenos finales.
    Aurelio

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    1. Gracias Aurelio; así pensamos y en ello creemos. Si el principio es bueno, las metas estarán relacionadas.

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