miércoles, 3 de septiembre de 2014

Curso Básico de Calidad (4)

4.- Empecemos por la política de calidad.

Primera reflexión.- Hoy en día, la palabra política tiene muy malas connotaciones, sin embargo en nuestro caso, hay que entenderla más bien como “actitud”.

Todas las empresas tienen una política de compras, por ejemplo pueden comprar sobretodo fijándose en el precio, otras organizaciones quizás compran solo a marcas conocidas,…. Todas las empresas tienen una política salarial, una política comercial,….y así un largo etc.

A nivel de calidad, que es el que nos interesa, podemos decir que también existe una política de calidad, entendida esta como “la actitud que tiene la dirección ante la calidad”, ¿le importa la calidad?, ¿no le importa?, ¿la considera importante o es más bien algo secundario?, ¿está dispuesta a invertir en ella?......
Por mi experiencia, solo las empresas excelentes, dan realmente importancia a la calidad.

Pero ¿Quién es el encargado de fijar la política de calidad de una empresa?. La Dirección. Una empresa puede tener un empleado eficiente, un auténtico “artista”, pero si la dirección es mediocre,….. la calidad de la empresa será mediocre, entre otras cosas porque calidad es más que hacer muy bien un producto, es atender correctamente a los clientes, es emitir bien las facturas, es ser puntual en las entregas, etc, etc.

Por consiguiente debemos afirmar que definir la política de calidad de la empresa, es la primera obligación de la dirección. Repito; obligación de la dirección.

Segundo reflexión.-Todo el mundo tiene una política de calidad, cualquier gerente o director sabe la calidad que quiere o no quiere en su empresa, pero no todo el mundo la tiene plasmada por escrito y menos aún, es una cosa conocida por todos los empleados de la organización.

Por eso la dirección, y solo ella, ha de hacer el ejercicio de recoger en un escrito su política de calidad.

Hecho el escrito, se ha de hacer público para que todos vayamos en la misma dirección. No tiene ningún sentido redactar una politica y luego esconder el “papel” en un cajón. Tampoco tiene sentido que la dirección general diga la calidad que espera de su empresa y que haya un jefe de taller que de un producto de altísimas prestaciones junto a un director de compras que adquiera los peores materiales, por ejemplo.

Tercera reflexión.- Tristemente hoy en día, la mayoría de las políticas son calcadas unas de otras, y yo me pregunto ¿todas las empresas opinan igual?. La respuesta es NO. Entonces ¿Por qué son tan semejantes las políticas?.

En primer lugar porque las direcciones delegan esta responsabilidad en consultores, normalmente externos, los cuales tienen una “plantilla” ya hecha y solo cambian el nombre, luego la dirección la firma y a otra cosa. “Mea culpa” de la dirección.

En segundo lugar porque las entidades de certificación, esas que dan el certificado de calidad que es lo que en último lugar quieren muchas empresas, “exigen” en cierta forma este tipo de política estándar. Me explico; algunas entidades de certificación, para no “complicarse”, solo busca que en la política aparezcan una serie de frases tipo tales como “compromiso con la mejora contínua”, “orientada al cliente”, etc. si leen esto, ya esta todo, es lo que “debes cumplir para aprobar el examen….”.

En mi opinión, este tipo de políticas estandars, son un ejercicio de hipocresía, con ellas, las empresas pierden una oportunidad de oro de enfrentarse a si mismas, de ser genuinas, de diferenciarse del resto, de decir; yo, la empresa, soy así, y pienso esto de la calidad.


Solo siendo sinceros consigo misma la empresa tiene cimentada la base de la mejora contínua de la calidad.

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