4.- Empecemos por la política de calidad.
Primera reflexión.- Hoy en día, la palabra política tiene muy
malas connotaciones, sin embargo en nuestro caso, hay que entenderla más bien
como “actitud”.
Todas las empresas tienen una política de compras, por
ejemplo pueden comprar sobretodo fijándose en el precio, otras organizaciones
quizás compran solo a marcas conocidas,…. Todas las empresas tienen una
política salarial, una política comercial,….y así un largo etc.
A nivel de calidad, que es el que nos interesa, podemos decir
que también existe una política de
calidad, entendida esta como “la actitud que tiene la dirección ante la
calidad”, ¿le importa la calidad?, ¿no le importa?, ¿la considera importante o
es más bien algo secundario?, ¿está dispuesta a invertir en ella?......
Por mi experiencia, solo las empresas excelentes, dan realmente
importancia a la calidad.
Pero ¿Quién es el encargado de fijar la política de calidad
de una empresa?. La Dirección. Una empresa puede tener un empleado eficiente,
un auténtico “artista”, pero si la dirección es mediocre,….. la calidad de la
empresa será mediocre, entre otras cosas porque calidad es más que hacer muy bien un producto, es atender
correctamente a los clientes, es emitir bien las facturas, es ser puntual en
las entregas, etc, etc.
Por consiguiente debemos afirmar que definir la política de
calidad de la empresa, es la primera obligación de la dirección. Repito;
obligación de la dirección.
Segundo reflexión.-Todo el mundo tiene una política de
calidad, cualquier gerente o director sabe la calidad que quiere o no quiere en
su empresa, pero no todo el mundo la tiene plasmada por escrito y menos aún, es
una cosa conocida por todos los empleados de la organización.
Por eso la dirección, y
solo ella, ha de hacer el ejercicio de recoger en un escrito su política de
calidad.
Hecho el escrito, se
ha de hacer público para que todos vayamos en la misma dirección. No tiene
ningún sentido redactar una politica y luego esconder el “papel” en un cajón.
Tampoco tiene sentido que la dirección general diga la calidad que espera de su
empresa y que haya un jefe de taller que de un producto de altísimas
prestaciones junto a un director de compras que adquiera los peores materiales,
por ejemplo.
Tercera reflexión.- Tristemente hoy en día, la mayoría de las políticas son calcadas
unas de otras, y yo me pregunto ¿todas las empresas opinan igual?. La
respuesta es NO. Entonces ¿Por qué son tan semejantes las políticas?.
En primer lugar porque las
direcciones delegan esta responsabilidad en consultores, normalmente
externos, los cuales tienen una “plantilla” ya hecha y solo cambian el nombre,
luego la dirección la firma y a otra cosa. “Mea culpa” de la dirección.
En segundo lugar porque las
entidades de certificación, esas que dan el certificado de calidad que es
lo que en último lugar quieren muchas empresas, “exigen” en cierta forma este
tipo de política estándar. Me explico; algunas entidades de certificación, para
no “complicarse”, solo busca que en la política aparezcan una serie de frases
tipo tales como “compromiso con la mejora contínua”, “orientada al cliente”,
etc. si leen esto, ya esta todo, es lo que “debes cumplir para aprobar el
examen….”.
En mi opinión, este tipo de políticas estandars, son un
ejercicio de hipocresía, con ellas, las empresas pierden una oportunidad de oro
de enfrentarse a si mismas, de ser genuinas, de diferenciarse del resto, de
decir; yo, la empresa, soy así, y pienso esto de la calidad.
Solo siendo sinceros consigo misma la empresa tiene cimentada
la base de la mejora contínua de la calidad.
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