jueves, 18 de septiembre de 2014

Las emociones en PYMES y pequeños empresarios

Esta semana he tenido la suerte de leerme el artículo publicado por Juan Pedro Sánchez Psicólogo especialista en Organizaciones Saludables y Estrategia Emocional para la PRODUCTIVIDAD, titulado "El pequeño empresario, ¿quién se encarga de sus emociones?".

Digo la suerte porque me ha arrojado un poco de esperanza en estos momentos en los que todos (o casi todos) vivimos en una situación de permanente resignación y aceptación a regañadientes de las situaciones más ingratas que nos exigen algunos empleadores.


Por su parte Juan Carlos Santos Cougil en el artículo publicado "cuando la resignación mata al talento", también  nos ayuda a seguir luchando día a día con unas simples recomendaciones, ya que si partimos de lo que dijo Honoré de Balzac “la resignación es un suicidio cotidiano”. extraigo de él lo que me parece relevante:
  • La dirección es culpable de la falta de interés, el escaso compromiso y la reducción del rendimiento.
  • Los estilos de dirección deben mejorar hacia perfiles más comunicativos, transparentes y participativos y que cuiden las sensaciones en su entorno, con el fin de generar satisfacción y compromiso y, como consecuencia, rendimiento.
  • Trabajar el compromiso desde cuatro instancias:
    • claridad (en las funciones)
    • responsabilidad (dotar de autonomía y flexibilidad)
    • valoración (dando feedback)
    • relación (comunicación y orgullo de pertenencia).
  • Fomentar la autoestima para que el talento encuentre su fuerza interior
  • Apoyarse en el consuelo grupal, es decir el “entre todos tenemos que salir y yo como directivo soy el primero en demostrarlo con coherencia entre actos y palabra".
  • Cambiar la la cultura empresarial para que aflore el talento encaminado a proponer la forma de conseguir el resultado de forma diferente. 
  • Trasladar serenidad mediante el "optimalismo" que no son más que soluciones optimistas posibles que no perfeccionistas, ni ideales.
Volviendo al artículo de Juan Pedro Sánchez no sólo es importante que los directivos controlen sus emociones sino que deberían preocuparse y casi con más interés en gestionar de forma inteligente (no Taylorista) de que hagan lo propio los mandos intermedios que se encuentran a su mando, porque cualquiera de ellos podría echar a perder al equipo o departamento que dirige.

Y es que pese a quien le pese y por mucho que digan que funcionamos mejor con estrés de por medio, las personas “funcionamos” con energía emocional altamente contagiante, y si no regulamos correctamente esta energía, el funcionamiento no será el deseado, por mucho insulto, grito o menosprecio que nos caiga encima.

¡Ponte las pilas jefe, mando o directivo, con tu actitud simplemente estás consiguiendo hacer perder dinero a la empresa de la que formas parte, al igual que yo. Igual, igual, igual!

¿Quieres que cambien las cosas?, empieza contándome que vas a cambiar tú.



Fuentes:
  • Juan Pedro Sánchez - http://lapalancadelexito.com/blog/
  • Juan Carlos Santos Cougil - http://ciclog.blogspot.com.es/

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